Esta noche a partir de las 22,30, Telefe pondrá en el aire, con transmisión en vivo desde el teatro Gran Rex, el capítulo final de la telenovela Dulce Amor, uno de los programas que apuntaló el éxito de la señal de aire durante el 2012 y que ha hecho mucho porque mande en el rating en este primer cuatrimestre de 2013. Protagonizada por Carina Zampini y Sebastián Estevanez, la tira despertó un fanatismo enorme que llevó a picos de 24 puntos de rating y a “estirar” su presencia en pantalla más allá de lo previsto. El pasado jueves, de hecho, cuando los (y las) fans se enteraron de que ya no había entradas para ver el final en vivo, cortaron la Avenida Corrientes, un piquete inédito.
La pregunta es por qué Dulce Amor resulta importante. La respuesta es que resultó un experimento logradísimo en armado de grillas. En efecto: originalmente, la tira estaba planeada como la clásica “telenovela de la tarde”. Pero un golpe de timón la llevó a la noche y combinó los elementos que faltaban en las ficciones hasta ese momento: el costumbrismo, el relato de amor clásico y el humor. De esa manera, logró atraer al género a un público mucho más amplio de aquel al que, tradicionalmente, está destinado. La jugada fue exitosa: logró instalarse en su franja de la segunda noche, le ganó a la competencia –de hecho, El 13 tuvo que sacar sus dos ficciones diarias, Lobo y Los Únicos, del aire– y se transformó en objeto de culto. Cuando en abril de 2012 llegó a la pantalla la producción de Underground Graduados, mantuvo gran parte de su público en competencia directa con el tanque ShowMatch.
El final será a todo despliegue en el Gran Rex, y su salida provocará un cambio en la grilla de Telefe que, si todo sigue como hasta ahora, mantendrá el liderazgo del canal de San Cristóbal. El nuevo prime time arrancará a las 21 con la comedia musical Quitapenas, protagonizada por Miguel Ángel Rodríguez, continuará con el nuevo programa de Underground Los vecinos en guerra, que se afianza en el rating, y cerrará con Mi amor, mi amor, que también funciona muy bien. Otra demostración del peso de las ficciones en la televisión de aire, y de que la mejor estrategia es darle un giro nuevo a los contenidos más tradicionales.
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